En las economías más primitivas, los sujetos eran autosuficientes, de
modo que no actuaban entre ellos. El nacimiento de grupos más amplios o
sociedades, trajo consigo la progresiva división del trabajo: los individuos
dejaron de ser autosuficientes y necesitaban de los demás para satisfacer sus
necesidades, en otras palabras, la división del trabajo exigía el intercambio
entre los sujetos.
Al principio se daba mediante el trueque de objetos directamente útiles
en sí mismos, como el ganado, recolectas… Posteriormente comenzó en los mercados un sistema común de fichas, más
conveniente para el servicio de la comunidad. La idea se desarrolló de tal modo
que elementos meramente atractivos, como conchas cauri, eran canjeados por
mercancías más útiles. Este es el caso de los metales preciosos, de los que se
hicieron las primeras monedas acuñándose a un peso determinado. Herodoto
atribuye esta innovación al rey de Lidia, presumiblemente a finales del siglo
VIII a.C.
Con el paso del tiempo estos sistemas
se fueron cambiando y perfilando, creándose en 1863 el primer billete de un
dólar en EEUU, con el presidente Abraham Lincoln. La importancia mundial del
dólar ha sido trascendental, tal y como establece John
Kenneth Galbraith, en su libro El dinero. De dónde vino y adónde fue: “La historia del dinero viene a parar
al dólar y, de momento, termina en el dólar.”
Actualizando la frase del economista
canadiense, la historia no termina en el dólar, sino que continuamente se
alarga con la creación de nuevos métodos de pago que mejoran a los anteriores e
incorporan las innovaciones acordes con este siglo. La creación de monedas
virtuales o criptomonedas es un ejemplo de las nuevas aplicaciones tecnológicas
como medio de pago transaccional y de inversiones, que desde su aparición en el
año 2009 ha abierto campo en la economía mundial. Es el equivalente a la moneda
física, salvo que permite que las transacciones sean instantáneas y las
transferencias sean sin fronteras, de tal modo que se pueden comprar bienes y
servicios, pero también podrían ser restringidas a ciertas comunidades como los
juegos en línea, redes sociales, o esquemas piramidales.
Las monedas digitales son conocidas como
"monedas digitales descentralizadas", es decir, no tienen control
central sobre la oferta monetaria. Por ese motivo se considera a la
criptomonedas una como oportunidad de negocio de microempresas ya que facilita
la compra y venta de los servicios que se pueden ofrecer en diversos sectores.
La más popular es el Bitcoin la cual
reviste especial importancia, ya que su valor ha tenido un crecimiento
exponencial y hasta la fecha no tiene una regulación específica, lo que
representa una ventaja para su calibre.
Pese a unos riesgos latentes, como lo
son que la moneda no se encuentra amparada y carezca de respaldo de bancos
centrales ni normatividad aplicable, para muchos inversionistas son
consideradas la nueva revolución del dinero, teniendo grandes motivaciones ante
los altos rendimientos esperados.
En cambio, otros no son tan optimistas
y recalcan que es un sistema que podría convertirse en una burbuja económica
que puede llegar a desaparecer, dejando pérdidas en muchas de las personas que
confíen allí sus capitales.
Lo que sí se puede evidenciar es el
avance de la tecnología, la importancia que está adquiriendo en los sistemas
financieros y comerciales a nivel mundial, creando sistemas que se suman a la
tendencia de la era digital, por medio del intercambio basado en Internet,
adaptado al siglo XXI.
Me ha sido muy útil
ResponderEliminarSiempre es interesante aprender la historia de temas que nos importan, por ejemplo el del dinero que es uno de los mejores y más interesantes por ejemplo Mind Capital, uno de los más bonitos.
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