"Regala
un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enseñale a pescar y lo
alimentarás para el resto de su vida"
Este proverbio puede ser muy significativo para la
explicación de los microcréditos.
Los microcréditos son programas de concesión de pequeños créditos a los más necesitados de entre los más pobres para que éstos puedan poner en marcha pequeños negocios que generen ingresos con los que mejorar su nivel de vida y el de sus familias.(Conferencia Internacional sobre Microcréditos, Washinton D.C, 1997)
Composición VIII, Kandinsky |
Por lo que se ha ido descubriendo, no sólo consiste
en el préstamo de una cantidad, sino que conlleva un estudio previo para
garantizar la viabilidad del negocio y un posterior seguimiento para asegurar
la perdurabilidad y evitar que las
familias vuelvan al punto de partida. En otras palabras, las instituciones
microfinancieras (IMF’s) no sólo entregan el préstamo sino que se involucran en
la formación de los prestatarios, es decir, les dan la caña de pescar y las indicaciones
para usarla.
Históricamente, para ayudar a los países
subdesarrollados se entregaban fondos sin la necesidad de ser devueltos, lo
cual se ha demostrado que es una herramienta ineficaz para luchar contra la
pobreza, ya que las personas que reciben esas subvenciones se vuelven
dependientes de la ayuda recibida y además, se producen abusos por parte de los
intermediarios encargados de hacer llegar los fondos a los más necesitados. Por
tanto, se observa que la caridad no ayuda a educar a los pobres a salir adelante
por sus propios medios. De ese modo, los microcréditos palian con esos problemas, además de
estimular la confianza y autoestima de los prestatarios cuando descubren que
pueden adquirir, invertir y devolver el dinero que se les ha prestado.
El microcrédito no es caridad ni es dinero entregado
a fondo perdido. Aunque se trata de un sistema más benevolente, es una
modalidad de préstamo como otra cualquiera, concretamente, de cuantía reducida,
concedidos a muy corto plazo (normalmente por un periodo de un año o inferior),
lo que conlleva un tipo de interés del
que todavía no existe normalización. He aquí la parte del león: al no existir
regulación directa, los intereses suelen ser muy elevados (y que el vencimiento
sea a tan breve plazo no es de ninguna ayuda). Aparentemente, esto no debería ser
un problema, ya que la rentabilidad de los mercados está estudiada, pero
existen otros muchos factores que perjudican la situación ideal: robos,
condiciones naturales (por ejemplo la climatología, lo que podría traducirse en
malas cosechas), un mal estudio (no sólo de la rentabilidad del negocio, que
puede fallar, sino también del empresario, ya que puede no trabajar bien o no lo
suficiente).
A su vez, cabe destacar el inconveniente principal: en
la práctica, no sólo financia a los emprendedores, sino que también financia a
personas que lo necesitan y no pueden acceder al sistema financiero tradicional,
dándole por tanto deudas a personas que no las van a poder saldar.
Esta línea crítica se observa además, la gran
presión y unas duras represalias sufridas por las familias que no pueden pagar
la deuda de los créditos en el corto plazo establecido, lo que genera un
incremento en la tasa de suicidios y pobreza, observando el fracaso de esta
idea inicialmente solidaria.
Situamos como ejemplo a la India, que ha vivido una
gran crisis de sus sistemas de microcréditos, con el endeudamiento de miles de
familias en el estado de Andhra Pradesh.
En resumen, la microfinanciación es una idea
solidaria que han logrado ayudar a muchas personas, principalmente a la mujer. Es
un sistema particular y concreto que impulsa a las personas emprendedoras, pero
cuya expansión mundial sería una gran ayuda para erradicar las situaciones más
necesitadas, siendo una condición necesaria pero no suficiente. Los
microcréditos son sinónimos de desarrollo, pero para que de verdad funcionen y
el progreso pueda ser a gran escala falta mucho por estudiar y regular.
De nuevo una reflexión muy interesante sobre el efecto real de las decisiones de organismos internacionales sobre la forma de vida de los países subdesarrollados o en vías de desarrollo. No todos los microcréditos se conceden con el mismo rigor en su análisis previo y cumpliendo las condiciones mínimas de control de riesgo, como bien señala el artículo. Por otro lado, se necesita un nivel determinado de formación para poder entender lo que conlleva recibir un préstamo de estas características (inmersión financiera). Creo que la solución de los microcréditos es intrínsecamente beneficiosa pero de ningún modo se puede aplicar como herramienta generalizada según países, comunidades o nivel de formación.
ResponderEliminarOtra entrada muy interesante sobre la que trabajo en nuestra fundación colaborando con las familias más pobres del Salvador. Está siendo muy positivo el programa de microcréditos para sacar adelante a estas comunidades, y si te apetece conocer un poco más te invito a visitar la página web www.fundacioncinde.org
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